
¿Es posible cambiar una predicción vista en la lectura cartas de vidente?. Hoy os lo explico en esta entrada especial.
Es una de las preguntas, dudas y miedos más frecuentes de muchos clientes. ¿Por qué?. Pues cuando vamos a la consulta cartas de vidente nos da ilusión pensar en qué es lo que nos espera el destino, y si es para bien, pues mejor. Pero, el problema está cuando las cosas no salen como lo esperamos y de repente, la tirada sale negativa. ¿Y ahora qué?
Lectura cartas de vidente
La lectura de cartas de vidente, puede darnos una luz sobre el futuro, pero sin embargo, ese futuro no está escrito sobre una piedra. A veces se ve todo con mucha claridad, pero en ocasiones puede ser confuso, sobretodo cuando es algo que se encuentra aún muy lejos en el tiempo o porque es una situación que depende de una serie de decisiones por parte de la persona consultada.
Entonces, la lectura de cartas de vidente es realmente útil para esclarecer algunas realidades o situaciones, sobretodo cuando las ideas no se tienen del todo claras y nos encontramos ante una encrucijada.
¿Cómo cambiar el futuro?
Tampoco tenemos una fórmula mágica para poder cambiar el futuro y nuestro destino. Pero, si seguimos haciendo nosotros exactamente lo mismo y no cambiamos algunas actitudes o hechos, ¿cómo esperar que cambie el futuro de la noche a la mañana? El tarot nos permitirá entender nuestro pasado y presente, qué debes eliminar en este momento de tu vida, qué debes cambiar, etc. Solo así podremos cambiar nuestra realidad.
Esto es más fácil de entender si lo vemos con un ejemplo. Supongamos que tenemos algún problema con nuestra pareja. Posiblemente, para poder cambiar los hechos y nuestro destino, debemos cambiar nuestra actitud y comportamiento.
Regalo del destino
En mis años de experiencia en la lectura cartas vidente puedo decirles que el tarot es para mi un regalo de nuestro propio destino. Es un aviso sobre cuál es el camino correcto que debemos tomar en nuestras vidas ante cualquier situación y está en nosotros agarrar ventaja y alejarnos de aquello que nos hace tanto daño y que nos pueda afectar ese camino.